25 enero 2009

RAÍZ

Este lebrijano, David Peña Dorantes, es un portentoso pianista flamenco reconocido en el mundo entero. En 1999 debutó discográficamente (tras muchos años cosechando premios con sus interpretaciones) con Orobroy, que retomaba el título de su exitoso espectáculo de 1996.

Esa joya de álbum, tristemente, es recordado por las masas vacuas por haber sido utilizado recurrentemente en el programa Aquí Hay Tomate el tema Orobroy cada vez que se hablaba de la Pantoja o algún drama torero. En ese disco destacaban también Semblanzas de un río, Abuela Perrata y Gallardó. Creo que debe de haber muy poca gente en una escuela de baile español que no haya practicado al son de Dorantes.

En 2002 publicaba Sur, otra exquisitez. Ahí mis preferidas son Caravana de los Zincalí, Barrio Latino, El Mentidero y la impresionante Batir de Alas (dedicada a su madre), con unos perfectos arreglos sinfónicos, muy habituales en su carrera.

En espera de su anunciado tercer disco, aquí os dejo con una actuación en directo del tema que daba título a su segundo LP, Sur.

DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS

Odio la voz que dice "tarot de Alisia Galván".

BOLA


En 1986 José María Cano escribió la canción Bola de Pelo. Afortunadamente, antes de incluirla en el LP Descanso Dominical de 1988, le dio una vuelta a la letra y, aparte de la segunda estrofa, reformó el estribillo cambiando la bola de pelo por una poética paloma. Menos mal, majo.

Aquí, la maqueta y la letra






Nada tienen de especial

dos mujeres que se dan la mano.

El matiz viene después

cuando lo hacen por debajo del mantel.

Luego a solas sin nada que perder,

tras las manos va el resto de la piel.


Un amor por ocultar

y aunque en cueros no hay donde esconderlo

Lo disfrazan de amistad

cuando sale a pasear por la ciudad.

Una opina que aquello no está bien

la otra opina que qué se le va a hacer.


Y lo que opinen los demás está de más

Quién detiene una bola de pelo

rodando por el suelo

mujer contra mujer.


Te patina la moral

y retocas dos o tres principios

si equivocas la ocasión

y las pillas en la alfombra del salón

ya de nada te va a servir toser

si no gustas ya sabes qué hay que hacer

no les importa en absoluto tu opinión.


Quién detiene una bola de pelo

rodando por el suelo

mujer contra mujer.