Recuerdo cómo me impresionó (marcó) Las Noches Salvajes (Les Nuits Fauves de Cyril Collard, 1992). Era la primera película moderna francesa que veía. Y qué película. Y qué moderna.
No pude verla cuando se estrenó aquí en el 93, en los Alphaville. Duró poco en horario normal y yo todavía no iba a las sesiones golfas de madrugada. La vi poco después (creo que todavía era 1993 o principios del 94) gracias al Cine Club Seté Segell en el Cine Jayan, en Jávea. Dios, ese cine y yo... En fin, que fue una película bomba. Aparte de que fue en la noche de un domingo de invierno (ya sabéis mi premisa favorita: "Los domingos matan más hombres que las bombas"), al salir de la proyección me fui pensativo hasta la moto, en el camino no me crucé con absolutamente nadie y cuando llegué a casa estaba muy solo, aunque había gente. Como pasaba por esa época.
Nunca había visto tan claro qué era la muerte, qué era la vida, qué era el amor, qué era la amistad, qué era la locura, y las complicadas barreras entre todos esos elementos. Nunca había visto un mensaje de vida tan desgarrador, pero a través de la muerte. Nunca antes me dio tanto miedo sufrir.
Durante tiempo fue para mí una película de referencia, por su contenido y por su forma. En aquellos días empezaba a tener claro que el cine era lo mío y esa manera de contar las cosas me atraía mucho. Yo quería hacer eso. Quería vivir eso. Qué lejos he quedado. Como un huevo a una castaña se parece esa película a nada de lo que yo he hecho.
Me identificaba con Cyril. Él escribió primero el libro (que también leí) en el que luego él mismo se basó para escribir el guión, compuso la música, protagonizó y dirigió la película que, además, era autobiográfica. Era casi un diario en tiempo real. Arrasó en los premios César de 1993. Pero no lo vio. Murió tres días antes.
Personaje y creador, Jean y Cyril, me han acompañado todo este tiempo, unas veces más y otras menos. Surgen de vez en cuando. Hoy, casualmente (?), he encontrado las canciones que cantaba en la película, la que sonaba en los títulos finales después de aquel impresionante plano de helicóptero que le mostraba diciendo en off su última frase en ese acantilado al amanecer. Cuando sonreía... Cyril Collard - Someone
