Rodolfo Chikilicuatre (si es que llega a ir a Belgrado) y los demás participantes del Festival Europeo de la Canción, podrían hacer un alto en su estancia y acercarse a la sede que el Instituto Cervantes tiene en la capital Serbia para ver Entre Abril y Julio, una película que le gusta mucho a mis queridos padres.
Resulta que en sitios tan pintorescos como Pekín, Belgrado, Londres, Nueva York, Múnich, Milán, Roma, Viena, Budapest, Utrecht, Río de Janeiro, Toulousse o Manchester (entre otras ciudades, pues tengo noticia de que son más pero no sé por qué no aparecen en la web), las bibliotecas de los centros del Instituto Cervantes acogen copias en DVD de esa película de la que por primera vez hablo en 22 meses de vida de este blog.
No sé por qué será. O sí. En fin, época de echarle un ojo al pasado para poner el hígado en el futuro.
Nota.- Me hace gracia ver que la película ahora mismo está en préstamo (o sea que a alguien le interesa y se la ha llevado a su casa) en Múnich, Roma, Río de Janeiro y Milán.