Ayer no se cumplieron mis expectativas y España ganó al fútbol. Pero estuvisteis acojonados, eh. Así que de nuevo partido retransmitido vecinalmente por todas las calles de la ciudad. No puedo cerrar las ventanas, me asfixio. Los que sudaban de lo lindo eran los jugadores de la selección de Túnez. Se les quedaba pegado aquello, uf... Como para cambiarse la camiseta... ¿Por qué esa costumbre tan asquerosa de cambiarse las camisetas chorreantes depués de un partido? Lo hacen mecánicamente, sin mirarse a los ojos, muchas veces con unas caras de asco... Y luego ¿las lavan y las guardan? ¿las guardan sin lavarlas? ¿las tiran? ¿las venden por e-Bay? Me trae sin cuidado. Bastante estoy hablando yo de fútbol últimamente para odiarlo tanto.
La que tenía que sudar también tela era Chelo Vivares, la actriz que estaba dentro de Espinete, aquel peluche ¿niño? ¿gay? Qué buenas tardes con Ana, Chema y Julián con aquellas caretas tan horribles que colgaban de su carrillo de chucherías. Quién me iba a decir a mí que acabaría tomándome Gin Tonics con Ruth... Recuerdo flipar al montarme en el mismo tren que salía en los créditos del final. Estaba en el Circo de Los Muchachos (esos que iban con mallas con rombos). Allí vi a Rody, Fofito y Milikito, cuando todavía no hablaba. Cosas del circo y el mundo de los payasos, digamos que cuando eres "becario", te toca hacer de mudo.
Aquí os dejo con la que en mi opinión debería ser la canción del verano. Se llama DENTRO DE ESPINETE y está interpretada por David Antúnez & Absurdo y Diestro. Puro minimalismo lírico.
