28 agosto 2006

"EN EL AMOR HAY UN MOMENTO QUE ES EL MÁXIMO, Y LO NOTAS"


DANI (OFF)

De pequeño, mi padre me advirtió que no mirara la lavadora; yo era muy pequeño y no le hice caso. Con el paso de los años, me he dado cuenta que tenía razón: no se puede mirar la lavadora de pequeño y pensar que eso no te va traer problemas el día de mañana.


Así empieza la mejor película que he visto este año hasta el momento. Aunque no sé si el dato es relevante puesto que no he ido casi nada al cine...

Iba con la película puesta por las nubes por varios amigos, cosa que suele ser muy peligrosa. Llevaba puestos también mis prejuicios ante el figurín - niño mono - chico "alsa" Javier Pereira. Bueno, el chaval está espectacular. No cansan sus dientes de marfil ni su boca siempre abierta de labios hinchados. Esa mirada y sonrisa enigmáticas supongo que tienen su explicación en el inexplicable final que es el único pero que , a mi juicio, tiene la película.

Tanto él como Tamara Arias (omG) son dignos candidatos al Goya al mejor nuevo intérprete. Y, por mí,. que ganen. Esa chica promete. Divertidísmo Marc Rodríguez. A la vez que me reconcilio con Oriol Vila, al que tenía un poco atravesado por su personaje de El Cor de la Ciutat. En este filme se pasa el rato con las mejillas coloradas (¿Le daba corte la peli? ¿Estaba acojonado?), pero tiene un par de escenas bastante buenas. Nuria Gago sale poco (gracias a Dios) y el personaje le queda bien. Las demás pequeñas partes están bastante logradas, especialmente Ivan Massagué. Una de mis actrices preferidas, Irene Montalà, casi pasa desapercibida en la oscura escena del cine, pero ahí está dejando su granito de arena en una secuencia crucial.

María Ripoll ha vuelto a hacerme pensar que me encantaría haber firmado esta película, como ya me pasó con Lluvia En Los Zapatos (The Man with Rain in His Shoes, 1998).

Quizá el momento más interesante, el que me cogió por sorpresa y en el que mejor están ellos, sea cuando Dani / Javier Pereira se sienta en el umbral de la puerta y comienza a leerle a Cristina / Tamara Arias (a la que ha conocido esa misma mañana) lo que ha escrito en el revés de una fotografía

DANI

Por qué te quiero, en 65 palabras. Te quiero porque creo que entiendes cómo soy. Te quiero porque a ti te puedo contar lo que a nadie le puedo contar. Puedo sentir que mi vida a tu lado cobrará sentido y dejará de ser vacía.Te quiero porque me preguntaste cuántos años tenía cuando murió mi padre y eso nadie me lo había preguntado jamás.Te quiero tanto que me gustaria…

CRISTINA

¿El qué te gustaría?

DANI

No sé, no lo he podido escribir, se me agotaron las palabras, 65 son muy pocas ¿no?