29 mayo 2007

TODO ES VANIDAD

Hoy se cumple un año desde que empecé a escribir en este blog, que puse en marcha un País de Chanclas en el que divagar públicamente. Quien lo haya seguido desde el principio habrá visto cómo ha ido cambiando de intenciones, que me he hecho eco de algunos acontecimientos de la actualidad (aunque siempre pasados por mi tamiz kitsch) y, sobre todo, que me he entregado a la gandulería y no he sido capaz de responder al compromiso de actualizar frecuentemente.

Aparte de volver a la escritura, conocer a buenas personas y reencontrarme con algunas otras, si he de resumir lo que ha significado para mi vida este blog y la aparición del ADSL 24 horas en mi casa, debería decir: recuerdos. En varias ocasiones he hecho referencia a cómo gracias a la red de redes y sus diferentes utilidades he dado con músicas, películas o gente que buscaba. Esto es una cápsula del tiempo global de la que podemos desenterrar las partes que nos interesan.

Por eso hoy, en este primer aniversario, quiero brindaros una pequeña pieza que he preparado sobre algo que, como otras tantas cosas, se alojaba en mi memoria como un lejanísimo recuerdo bastante distorsionado. Cuando tenía 6 años, la RAI produjo una película que contase la vida de San Felipe Neri y, de paso, la de algunos ilustres católicos de su época como San Ignacio de Loyola, San Carlos Borromeo o Santa Teresa de Ávila. State Buoni, Se Potete (Luigi Magni, 1983) hace referencia en su título a una máxima que, al parecer, el santo repetía a sus chavales del Oratorio: "Sed buenos, si podéis." Aquí emitida en TVE dividida en varios capítulos como Un Santo para los Niños, queda en la mente de mucha de la gente de mi época (y de los mayores) como la del Tutto Vanità, ya que en la estupenda banda sonora de Angelo Branduardi, se incluía el tema Vanità di Vanità que cantaban los niños y se repetía en diferentes versiones a lo largo del filme. Según cuentan, Filippo Neri recordaba a sus muchachos que todo es vanidad, como dice el Eclesiastés (Kohélet) en Ecl 1,2 "... vanidad de vanidades; todo es vanidad."

Así que aquí tenéis este momento de la película en el que los niños cantan (hacen playback) Vanità di Vanità mientras, en un cameo, el propio melenudo Angelo Branduardi los dirige.