CALVOS

El otro día me topaba con una valla gigante donde un tipo decía que la calidad no es cara y anunciaba los supermercados Lidl. No sabía de la existencia de una nueva campaña y me contaron en qué consistía el spot televisivo. Parecía que por fin morían aquellos anuncios donde Javier Cifrián decía "¿su carro lleno por cinco mil pesetas?" y su posterior versión con treinta euros.

Hoy he visto por fin el anuncio y me ha sorprendido descubrir que el actor es español. Me había imaginado viendo la valla que era un sueco rollo IKEA, que lo doblarían o hablaría castellano con acento nórdico para darle una halo de I+D. La verdad, les hacía falta eso de destacar la calidad y los procesos en Lidl. Las poquísimas veces que he ido a esos supermercados me han parecido preapocalípticos, de cartilla de racionamiento. Falta el sonido de unas alarmas antiaéreas mientras ves a la gente comprando latas de seis kilos de chucrut, botes con 24 salchichas como puños o botellas de dos litros y medio de zumo de pomelo con leche.
Mi sorpresa ha sido ver el odio generalizado en la red a este nuevo hombre de confianza de Lidl. El tipo, que parece ser que es presentador en una tele local catalana, es puesto a caldo en bastantes foros, blogs y demás tribunas cibernéticas. Yo, que soy muy del odio, la grima y el poco tolerar, tampoco veo para tanto la animadversión levantada por el señor que va trajeado por los campos, granjas y bodegas del país. En el mismo momento he recordado el favor que se ganó Clive Arrindell, el calvo de la lotería, en sus años de soplarnos las bolas. A todo el mundo le encantaba el mudo grisáceo y más de una señora lo quería de yerno, si no de bolsa caliente para los pies. Y cuando decidieron cambiar la campaña hace un par de años, casi se monta una revolución.

Así que parece ser que los calvos levantan diferentes sensaciones. Gusta el de la lotería nacional, Elmer el de Bugs Bunny, el collejeado de Benny Hill y Constantino Romero (más que nada porque es Darth Vader, Harry el Sucio, James Bond...), pero repatea el pelao de Lidl y, ganando puntos cada día, Lobato, el sombra de Alonso.